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Las llamas se iniciaron en una línea que estaba fuera de servicio y se extendió a los cables cercanos. Hubo demoras para cruzar de un lado a otro. Preocupa el estado del tendido eléctrico.
En el puente General Belgrano se produjo ayer un incendio que se desató por la combustión de unos cables de alta tensión de la empresa Transnea que corren por el gigante de cemento. El fuego fue controlado por los bomberos de la Policía provincial, quienes informaron que no hubo víctimas. Sin embargo, las llamas afectaron cables de fibra óptica de las empresas Gigared y Cablevisión. Además, el hecho ocasionó una importante demora en la circulación de los vehículos de un lado a otro del río Paraná.
El secretario de Energía de Corrientes, Marcelo Gatti, confirmó a La República que los cables que se quemaron estaban fuera de servicio. “Por este motivo, difícilmente pueda haber sectores sin luz en Corrientes”, dijo.
Esta situación causó preocupación en los funcionarios provinciales porque la línea que ahora está inactiva, en el verano de 2010 dejó sin luz a más de la mitad de la provincia. En este sentido, llama la atención que los cables que estaban sin actividad hayan sido los causantes de las llamas que se extendieron y afectaron a un importante tendido del servicio eléctrico.
Al ser notificados del incendio, los bomberos de Corrientes se dirigieron al lugar y finalmente extinguieron las llamas. Tras el trabajo de aquellos, personal de las empresas prestadoras de servicios de cable e internet comenzaron con los trabajos pertinentes, con el fin de restablecer los servicios que se vieron afectados por el fuego.
Este incendio de cables que traen energía a Corrientes desde las estaciones transformadoras que Transnea tiene en el Chaco, se produjo en un contexto en el que los gobernadores de esas provincias, Ricardo Colombi y Jorge Capitanich, coincidieron en reclamarle al Estado nacional que le quite la concesión a esa empresa y que el transporte eléctrico de esas líneas pase a manos de ambas jurisdicciones.
Transnea viene siendo acusada por los mandatarios del NEA de no invertir lo necesario de acuerdo con el aumento de la demanda de los usuarios, al tiempo que la responsabilizan por los colapsos que generalmente ocurren en el verano.
La demora en la circulación de los vehículos alcanzó una extensión aproximada de cuatro cuadras. Ello provocó el malestar de pasajeros y conductores que debieron aguardar varios minutos para finalizar el recorrido interprovincial.
El tránsito se normalizó lentamente, mientras los operarios trabajaban para asegurar que no haya nuevos cortocircuitos.
