Por la baja rentabilidad que aseguran tener, las farmacias están reclamando bajar las contribuciones que realizan para la venta de medicamentos a través de las obras sociales. Aseguran que los porcentajes son muy altos y que afectan seriamente a las ganancias que obtienen, impidiendo incluso cubrir los costos en algunos casos.
Desde la Cámara que nuclea a los comercios y el Colegio de Farmacéuticos alertaron sobre la grave situación, que podría afectar a los afiliados. Aseguran que, por los porcentajes que ceden desde 2002 en la venta de medicamentos, las ganancias son magras y en algunos casos no cubren los costos.
El reclamo de las farmacias se extiende a todo el país y las entidades provinciales y regionales expresaron su adhesión a través de una solicitada. Para fin de mes está prevista una reunión nacional.
A través de una solicitada dirigida a las autoridades de las obras sociales sindicales, provinciales y al Pami, los Colegios de Farmacéuticos y las cámaras de Farmacias del NEA Y NOA aseguraron que "peligra la atención farmacéutica a los afiliados". Según afirman en el comunicado, desde el año 2002 las farmacias resignaron gran parte de su rentabilidad, a través de descuentos excepcionales a través de convenios con las distintas obras sociales. "Es necesario reducir de forma urgente esas contribuciones que las farmacias ceden hace más de una década", sostiene el texto.
Según explicó el presidente de la Cámara de Farmacias de Corrientes, Miguel Lombardo, los porcentajes que se acordaron descontar en 2002 a través de convenios tuvieron el objetivo de colaborar en la profunda crisis que atravesaba el país. “Ahora esa crisis está superada y nadie se hace cargo del problema que estamos teniendo en las farmacias”, señaló.
Las contribuciones que realizan las farmacias son, aproximadamente, de entre el 15 y el 25%, según explicó el referente del sector. “Las ganancias que tienen por la venta de medicamentos son, como mucho, del 28%, lo que demuestra que estamos trabajando con un índice de rentabilidad bajísimo”, detalló.
En algunos casos específicos, como el de los medicamentos oncológicos, tampoco se cubrirían los costos. “Por un producto que vale unos 7 mil pesos, que va directo desde la droguería a la obra social, la farmacia tiene una ganancia de unos 50 pesos y por el envío de la receta certificada a la obra social, tenemos que pagar 80 pesos, así que en esos casos se trabaja a pérdida”, citó Lombardo a modo de ejemplo.
A esta baja rentabilidad, se suman otros problemas, vinculados al aumento de los costos. “La semana pasada se cerró la paritaria del personal de farmacias y se resolvió un incremento salaria del 30%, totalmente merecido y acorde a la situación inflacionaria. En tanto, el precio del medicamento, que es regulado aumentó apenas el 14% durante el año pasado y se autorizó un incremento de un porcentaje similar para este año, por lo que los números no cierran por ningún lado”, agregó el titular de la cámara.
En cuanto a cuál sería un porcentaje ideal para las contribuciones, sin poner en riesgo la rentabilidad de las farmacias, Lombardo consideró que “No debería superar el 5%”.
