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27/06/2013 | 06:59hs
•BELLA VISTA

En la casa, a orillas del Paraná, la familia Ramos también espera al ex combatiente

La madre y dos hermanos aguardan noticias sobre José Luis, el malvinero que a poco de volver con problemas de la guerra se fue a Buenos Aires  y desde ese momento no saben nada. “¿Será que él me quiere ver?”, planteó la mamá. “De chico era salvaje como él solo, muy macanudo con el que era conocido. Cuando vino de Malvinas tenía muchos problemas y se exaltaba en medio de la noche asustando a todos”, contó Fredy, uno de los nueve hermanos del ex soldado.

La brisa de verano frente al Paraná habrá refrescado muchas veces al inquieto chico bautizado José Luis. Son recuerdos de los '70 y '80 que parecen imborrables para los Ramos del 2013, sobre todo cuando la sangre busca.
 
A orillas del majestuoso río, José Luis Ramos creció en su Bella Vista natal hasta el momento más crudo que cambió su vida: la guerra de Malvinas, en el Atlántico Sur. Dos aguas, distintas, pero con un mismo naufragio: la familia no sabe nada de él desde que volvió a casa tras el conflicto bélico y a los pocos meses viajó a Buenos Aires, afectado por las secuelas y el desempleo.
 
Pese a los 31 años que ya pasaron sin tener rastros del hombre, los Ramos mantienen firme la esperanza de saber de su destino. A la búsqueda iniciada por José Luis Ramos (hijo) se suma ahora la espera ansiosa de la madre y los hermanos que actualmente habitan en la ribera bellavistense compartiendo el mismo ambiente en que se crió el ex soldado.
 
“¿Será que él me quiere ver?”, planteó la mamá Ramona Ayala al ser visitada esta semana por su nieto, el muchacho de 31 años que busca al padre y lleva el mismo nombre en segunda generación. “De chico era un salvaje y muy macanudo con sus conocidos”, lo recuerda por el hermano Alfredo Ramos, o Fredy, como es más conocido en la zona.
 
La familia habló  pocas horas después de ponerse en marcha la búsqueda del malvinero de la mano del hijo de 31 años que vive en San Roque, tal como lo reveló el martes en exclusiva este diario. Y en este camino inyecta optimismo el reciente reencuentro de Miguel Angel Britez, ex combatiente correntino que apareció en el Uruguay después de 30 años sin que sus familiares sepan su destino.
 
Los Ramos esperan con expectativas que ocurra algo similar con José Luis. “Cuando volvió de Malvinas estuvo por acá unos meses y se fue a San Roque, donde se asentó con su familia (su mujer y el primer hijo de apenas meses), pero de ahí viajó a Buenos Aires y nunca más se supo nada de él”, comenzó diciendo Fredy. Después acentuó en que “regresó de la guerra con problemas” y “una vez, a mitad de la noche gritó que había una granada en la casa y salía corriendo hacia la calle. Mamá se levantaba y trataba de calmarlo”.
 
Asimismo recordó que “no quería hablar de Malvinas y en un momento dado dijo que se iba a hacer curar en Buenos Aires y así poder trabajar también”, afirmó el hermano de 44 años. Pasaba el tiempo y “lo buscamos por Buenos Aires con una hermana pero no lo encontramos, creemos que se fue al Uruguay”, dijo. A la vez señaló que “en su momento trabajó como mozo pero no sabemos lo que pudo haber hecho en esos años”.
Cuando se le preguntó cómo se imagina verlo vivo y llegando a Bella Vista, Fredy pensó en su madre. “No sabés la alegría que le va a dar a mi vieja”, dijo, hasta que la emoción quebró su voz.
 
Ramona recuerda y espera
 
La madre habló poco, pero lanzó algunas frases contundentes a la comitiva que la visitó el miércoles último, integrada por José Luis Ramos (h), su nieto, la presidenta del Centro “Héroes de Malvinas” de San Roque, Silvia Domínguez, y su esposo el ex combatiente Plácido Hermosi. 
Ramona Ayala se casó con Ovidio Damián Ramos, ya fallecido, y fueron padres de diez hijos, entre ellos, José Luis.
 
En un momento de la charla recuerda que cuando regresó del Sur el chico tenía las piernas afectadas por una patología que se conoce como pie de trinchera, pero a esa afección se le sumó lo psicológico. “Volvió aturdido y en su cabeza es como que resonaban las bombas”, graficó la mujer.
 
Al nieto lo recibió con un maternal abrazo y lo felicitó por esta decisión de salir a buscar a su padre. “Hay que ver cómo está mi hijo”, indicó la señora tratando de no querer pensar en esa idea que hace 31 años seguramente le da vueltas en la cabeza: cuál fue el destino del malvinero.
 
También prefirió no imaginarse el reencuentro. “Todo saldrá en el momento”, indicó. Es que los Ramos, frente al Paraná, prefieren esperar mientras mantienen vivo el recuerdo de José Luis, que se funde con la brisa ribereña cargada de esperanzas.




Link:
http://www.megalatinafm.com.ar/notix/noticia/00533_enlaca-aaorilla-delparanalafamiliaramo-tambiene-peraalexcombatiente-2.htm