En Argentina, el 3 de julio de 1943 un entusiasta y pionero grupo decidió organizarse en Buenos Aires y fundaron la Sociedad Argentina de Locutores (SAL) que dio origen no sólo a la entidad que los nuclea sino también a su fecha conmemorativa.
El Día del Locutor se instituyó el 3 de julio porque en esa fecha del año 1943, un grupo de 21 locutores fundó en Buenos Aires la Sociedad Argentina de Locutores (SAL). Uno de los objetivos de aquel grupo era lograr la profesionalización del oficio, si bien no era ajena la inquietud por la defensa de los derechos de los locutores.
Se pensó en llamar Sociedad Argentina de Locutores y no Sindicato o Gremio, por las connotaciones que en esa época podían tener estas denominaciones. Roberto Galán, fue el primer secretario de la SAL.
En reconocimiento a la profesión época consultó a locutores locales el significado de la profesión y sus avances y retrocesos por estos días. Tres preguntas sirvieron de disparadores para los entrevistados: 1) ¿Piensa que muchos no distinguen la labor de un locutor con el de un periodista radial o televisivo?; 2) ¿Con la locución ocurre lo mismo que con el periodismo en relación a la disyuntiva entre quienes se forman académicamente y aquellos que lo hacen de hecho? y 3) Se relaciona a la locución con buena voz, ¿sólo alcanza con un buen timbre y una correcta dicción? Algunos inclusive se animaron a contar historias sobre esta labor diaria.