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El portero aseguró que se sintió "apretado y amenazado" por policías, que le "sugirieron" que se autoinculpara por el asesinato de Ángeles y que "la causa está armada".
Jorge Mangeri, el portero acusado por el asesinato de Ángeles Rawson, declaró este viernes ante el juez de instrucción Javier Ríos, a quien le relató lo que hizo el día de la desaparición de la joven y el viernes en que fue llamado a declarar. Aseguró que se sintió "apretado y amenazado" por la Policía, que le "sugirieron" que se autoinculpara y que la causa está "armada".
"Voy a declarar pero no voy a responder preguntas", así inició Mangeri su declaración y enseguida afirmó: "Primero, niego rotundamente el hecho que se me imputa. La participación o la complicidad en el hecho".
Aseguró que lo "apretaron" tanto antes como en el día de su primera declaración ante la fiscal Paula Asaro. "El interrogatorio de la policía me batallaron. No tengo noción de ese tiempo, estaba muy cansado, agotado", dijo y agregó: "Ingresaron médicos, me sacaron la ropa y me revisaron".
"Me sentí apretado, amenazado por el subcomisario y por la Policía. Me dijo que sabía lo que había pasado, que había violado a la piba, que la maté y tiré a la basura. Que me tenía que hacer cargo, que mi esposa estaba declarando y tenía contradicciones conmigo", afirmó.
Luego contó que el mismo subcomisario lo indujo a autoinculparse: "Me sugirió que declarara que ella me provocaba. Que lo mejor era que me declarara culpable para que mi esposa no fuera presa, que lo mejor era que yo me declarara culpable".
"Vino la fiscal. Muy cansado me inculpé, lo único que quería era irme a mi casa porque me sentía muy cansado. Desde que ingresé hasta que salí, nunca me dijeron cuáles eran mis derechos", afirmó Mangeri ante el juez y luego subrayó: "No sé por qué hay ADN mío. Creo que plantaron mi ADN. Me armaron la causa".
