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Según el relato de los jóvenes lograron escapar de un monte donde realizaban trabajos al parecer como esclavos. Dijeron que les daban de comer pero hacía ocho días que no se bañaban. Se trata de dos hermanos de origen paraguayo de los cuales no se presisaron mayores datos, ni si se realizo la denuncia correspondiente. Tampoco presisaron el lugar en donde estaban pero mostraron una filmación en la que se evidenciaba el estado infrahumano en la que vivían. Se los ayudó y viajaron a la casa de una hermana.
Dos jóvenes de 18 y 19 años oriundos de Paraguay lograron escapar de un campo donde eran sometidos al trabajo esclavo. Salieron a la ruta y caminaron más de tres horas hasta llegar a la oficina de la Dirección de Turismo de la localidad de Bella Vista. Ambos evidenciaban un angustiante desgaste físico. Sólo pedían pasajes para poder viajar a Resistencia, provincia del Chaco, donde vive una hermana. Denunciaron que fueron víctimas de un fraude laboral. Sin embargo manifestaron que por miedo sólo haría público el caso una vez que regresaban a Paraguay. Tenían filmaciones que demostraban las condiciones infrahumanas en las que vivían.
Todo comenzó ayer cerca del mediodía cuando dos muchachos que son hermanos ingresaron a la oficina de Turismo de la terminal. Pidieron hablar con alguien y llorando imploraron por ayuda. Contaron que se escaparon de un campo situado a unas dos o tres horas de la ciudad.
No sabían el nombre de la empresa que los contrató pero explicaron que les hacían trabajar todo el día antes que salga el sol, hasta entrada la noche, cargando postes en sus hombros.
Para dar cuenta de la veracidad de sus dichos mostraron un video. Dijeron que le daban de comer pero llevaban ocho días sin bañarse. Los trabajadores lograron escapar. Atravesaron un monte y llegaron a una ruta.
Una vez en Bella Vista, los jóvenes mostraron sus documentos y contaron que tenían una hermana paraguaya viviendo en Resistencia. En la Dirección de Turismo se los asistió y se les pagó el pasaje para viajar al Chaco.
De acuerdo al personal que atendió a los paraguayos, los testimonios resultaban completamente verdaderos. El caso dejó en evidencia que los jóvenes fueron engañados en su buena fe. Los contrataron para ser un trabajo, y una vez que llegaron al lugar, la situación era otra.
