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“Los captores estaban desesperados porque decían cada rato que debían llegar a Paraguay antes de la noche… la maltrataron todo el tiempo… ahora sigue shockeada, y se acuerda lo que le pasó y llora”, contó, Raúl Escobar, el papá de Silvina, la joven que denunció haber estado secuestrada durante algunas horas en Corrientes. “Yo la llamé y dejaron el celular prendido para que sintamos cómo le pegaban”, expresó.
“Ella me llama a las 11.10 cuando sale de la Universidad. Y me dice que ya salía a Resistencia. Me dijo para encontrarnos para ir a casa, porque yo trabajo en el centro de la capital de Chaco. Yo le llamo 11.50 porque no tenía mensajes ni nada y ya me pasó el contestador”, contó Raúl Escobar, en diálogo exclusivo con Radio Dos.
“Hay una llamada que la hice yo, sigo llamando… y nada; en eso suena mi teléfono y dice que ya estaba disponible el celular. Llamo y se escucha un ruido de ambiente… cerrado, y que mi hija pedía por favor que le dejen de pegar…. Que le dejen ir… yo no entendía nada. Después de escuchar eso me di cuenta que no me iba a atender. Ahí me di cuenta que alguien la tenía… me di cuanta que no era un robo”, dijo
“Yo salí a pedir ayuda, y mi hijo me vuelve a pasar el teléfono para escuchar cómo lloraba Silvina. Ellos prendieron el celular para que yo escuche eso”, agregó Escobar.
Según la joven, los captores eran tres personas, y que el encargado de capturarla y meterla al vehículo (un utilitario oscuro, con puertas corredizas) era “gordo, con barba de varios días, de mal aspecto. Con tonada paraguaya”
“En la casa solo estaban los cinco: los tres captores, mi hija y la nena de unos 8 años”, expresó y agregó: “entre ellos se comunicaban por teléfono con otras personas”
“Silvina está shockeada, medicada. Se acuerdas de eso y se larga a llorar. Ella no entiende ni recuerda donde estuvo… Piensa que anduvo unas cuadras, y que después le bajaron a la casa. Cuando vuelven a la camioneta es cuando la pequeña se descompone y vomita entonces aprovecha mi hija para escapar”, sostuvo.
“Corrió varias cuadras, y se cayó en inmediaciones de Córdoba y 3 de Abril donde fue ayudada por un muchacho y una señora. Son ellos los que informaron que estaba atada con una tela de guardapolvos. La nena estaba con ese guardapolvos, lo que es raro porque sabemos que no empezaron las clases… pero es lo que cuenta mi hija”, precisó.
La chica, según su padre, tiene golpes en varios sectores del cuerpo, los cuáles (según la médica forense que la atendió) no condicen con lo que ella cuenta.
“Esto es un claro caso de trata de personas. Mi hija no tenía una relación sentimental extraña, ni tenía problemas con exparejas, ni siquiera estaba de novio… Acá hay un preocupante ejemplo de trata de personas”, insistió
