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La Dra. Susana Glinka, quien, antes de ingresar al quirófano se refirió al estado de salud del menor de un año y ocho meses. Comentó que se encuentra en estado de desnutrición y la afección más grave es la del páncreas. Se trata del bebé que ingresó tras sufrir violencia por parte de la pareja de la madre.
La profesional de la salud indicó que el niño se encuentra “estable pero grave” y recordó que ayer le drenaron ayer el abdomen y hoy se repetirá el procedimiento para extraer líquido de esa zona de su cuerpo. La médica destacó que “el cuadro abdominal del páncreas es lo más grave” que padece el menor, a más de 20 días de su llegada al Hospital Pediátrico.
El caso
Si bien el bebé ingresó al mencionado centro asistencia de la capital el pasado viernes 31 de enero, las heridas tendrían en algunos casos más de tres meses. El padre de Benjamín comentó que antes de la última golpiza intentó ver a su hijo pero se encontraba con la negativa de María Belén Romero (20) -madre del niño-.
Ambos están separados y prácticamente no tienen comunicación. “Cuando el bebé estuvo conmigo no había ningún problema. Yo lo cuidaba y me duele verlo en estas condiciones”, señaló indignado el joven que no dudó en apuntar a su ex novia y a la actual pareja de Romero por el estado en que se encuentra el bebé.
Los allegados al padre del niño también hicieron sus aportes. Ramona Castillo -tía- fue uno de los eslabones fundamentales para sacar al bebé del calvario que estaba viviendo. “La mamá de María Belén me llama para hablar de la situación en que se encontraba la criatura. Inmediatamente me acerqué a la casa que está en las 14 viviendas del barrio Esperanza para ver lo que sucedía. Pude tomar contacto con mi ex cuñada y su pareja y le pedí explicación sobre el estado de mi sobrino. Las respuestas eran infundadas y luego de ver al bebé resolví tomar cartas en el asunto y dar aviso a la Policía y luego llevarlo al hospital”, dijo Ramona.
La madre y la pareja fueron demorados y puestos a disposición de la Justicia.
