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Fueron 323 quienes perdieron la vida cuando desde Londres la Primera Ministra ordenó a su submarino: "Hundan al Belgrano", pese a estar fuera de la zona de exclusión de la guerra que los argentinos libraron para recuperar las islas Malvinas que los ingleses las usurpan desde el 3 de enero de 1833.
Sin previa alerta, el buque se sacudió violentamente. Se sintió una tremenda explosión y se cortó la energía. De pronto, comenzó a elevarse por una de las puntas, cuando se escuchó una segunda explosión.
Los 1.093 tripulantes del crucero General Belgrano se aprestaban a soportar el mal clima. Nubarrones, oscuridad, vientos fuertes. Era 2 de mayo de 1982, por la tarde, en plena guerra de Malvinas y ya fuera de la zona de exclusión que se estableció para las contiendas. Sin previa alerta, el buque se sacudió violentamente. Se sintió una tremenda explosión y se cortó la energía. De pronto, comenzó a elevarse por una de las puntas, cuando se escuchó una segunda explosión: faltaban 15 metros de barco en la proa. El fuego y el olor a quemado invadieron a los marinos argentinos.
En medio del caos ensordecedor y la oscuridad, comenzaron a utilizarse las balsas salvavidas.
UN GRITO: ¡VIVA EL BELGRANO!
Los heridos se contaban por todas partes, siendo llevados en hombros por quienes conservaban el equilibrio, cuando el barco alcanzaba una inclinación ya de 20 grados y era necesario agarrarse de cuanto estuviera amarrado a la estructura, hasta que sin demora, se escuchó el grito de "¡Abandonen el buque!" y, minutos más tarde, mientras el hundimiento proseguía, con ruido de explosiones y una humareda blanca que se perdía en el cielo cada vez más oscuro, desde las balsas que habían podido alcanzarse se escuchaba: "¡Viva el Belgrano!".
LOS DÍAS PREVIOS
A mediados de marzo de 1982, el crucero ARA General Belgrano, con 44 años de funcionamiento y convertido en buque insignia de la flota de mar, se encontraba en mantenimiento, luego de un largo viaje, cuando le fue anunciado el alerta de la posible guerra con los ingleses. A poco de que las tropas argentinas pisaran suelos malvinenses, el 16 de abril el buque zarpó hacia Islas de los Estados, en las aguas de Ushuaia, a fin de defender la línea de la costa, vigilar los accesos desde el Sur a la zona de las islas e interceptar la flota enemiga de ser requerido. Mientras tanto, se aceleraba el entrenamiento y prueba de artillería. No faltó tampoco un nuevo atraque en puerto de Ushuaia y la asistencia, luego, de dos destructores y un buque petrolero de YPF.
El primer día de mayo, el crucero se encontraba rumbo a posiciones de guerra, pero en la mañana del 2 las órdenes fueron cambiantes, llamando a tomar posición de espera, al Sur de las islas, fuera del área de exclusión declarada por Gran Bretaña. No obstante ello, el gobierno inglés da órdenes al submarino atómico Conqueror de torpedear y hundir el crucero General Belgrano. En su hundimiento fallecieron 323 personas, casi la mitad del total de muertos argentinos en la guerra.
EL GOBIERNO Y THATCHER
El Informe Rattenbach, en su último párrafo, indica: "Al Reino Unido, vencedor de la contienda, le queda hoy el análisis desapasionado de su conducta durante el conflicto (...) De este análisis surgirá, a no dudarlo, el hecho intrínsecamente cruel por innecesario, cual fue el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano. Su responsabilidad por este acontecimiento, además de otros de menor cuantía, es insoslayable".
Así perdurará para siempre la memoria de quien conducía el Gobierno pirata de entonces, Margaret Thatcher, pero para recordarla como una criminal de guerra, cuya muerte acaecida el año pasado fue motivo de polémicos festejos y llamativamente de muchos de sus compatriotas ingleses en su propio país.
HONOR Y GLORIA a los 20 correntinos
Sub Of 1º Obregón, Pablo Corrientes
Sub Of 1º Lezcano, Aurelio Mburucuyá
Sub Of 1º Medina, Carlos Bella Vista
Sub Of 2º García, Antonio San Luis del Palmar
Sub Of 2º Ortiz, Restituto Paso de los Libres
Sub Of 2º Boutron, Rubén Alvear
Cbo Ppal Cardozo, Julio Corrientes
Cbo Ppal González Evaristo Corrientes
Cbo Ppal Pérez, Roberto Empedrado
Cbo Ppal Romero, Luis Empedrado
Cbo 1º Romero, Francisco San Lorenzo
Cbo 1º Insaurralde, Mario Paso de los Libres
Cbo 1º Loreiro, Rubén Santo Tomé
Cbo 2º Méndez, José Corrientes
Cbo 2º Toledo, Gabriel Corrientes
Cbo 2º Amarilla, Hipólito San Luis del Palmar
Cbo 2º Verón, Juan Alberto Corrientes
Cbo 2º Sánchez, Juan Simón Curuzú Cuatiá
Cbo 2º Díaz, Antonio Goya
Cbo 2º Stasiuk, Miguel Colonia Liebig
Homenaje de un sobreviviente
"Aunque pasaron 32 años de aquel domingo 2 de mayo de 1982, para los sobrevivientes que todavía estamos en pie de guerra, nos parece que todo ha transcurrido ayer", comienza la carta que hizo llegar a la Redacción de este diario uno de los sobrevivientes del Crucero General Belgrano, Pedro Moyano, por la que quiere "reivindicar la memoria y a nuestros queridos héroes".
Agrega que "cuando mantienes algo presente en la memoria, es porque ha dejado una huella importante en su paso por la vida. El Crucero Belgrano fue destruido pero no derrotado, la gloria y la grandeza emanan de Dios y la reciben los hombres".
Sostiene que "si dentro de cien años fuese posible reflotar al Crucero, sus tripulantes sonreiremos desde el Cielo. Recuerden que bastará una oración, una Misa o una flor para que los 323 héroes sientan que siempre estarán presentes en nuestros corazones. Son ellos los que hoy se encuentran formando una guardia de honor al Crucero General Belgrano, a 4.000 metros de profundidad en las oscuras y frías aguas de nuestro Mar Argentino" y luego no olvida que "también merecen un póstumo homenaje las tres Fuerzas Armadas, personal de seguridad y civil".
Junto a esta nota adjunta una carta que fue escrita por otro héroe correntino del Crucero que "se la envió a su madre cuando faltaba un mes para que se declare el conflicto por Malvinas", en la que manuscrita, tiene fecha el 25 de febrero de 1982 y con procedencia de Puerto Belgrano.
Moyano expresa que "este "gurí" curuzucuateño tenía 17 años cuando ofrendó su vida por la Patria y en total fueron 19 correntinos que junto a Juan Simón Sánchez fueron llamados por Dios".
"No debemos olvidarnos de ellos porque los pueblos que olvidan su cultura y a sus héroes, dejan de ser pueblos", concluye las líneas sentidas que entregó, al igual que un diploma con la nómina de los correntinos que perdieron la vida en aquél 2 de mayo de 1982.
