La Cruz del Milagro, que es por herencia de fe una definición simbólica de la ciudad que fundó Juan Torres de Vera y Aragón el 3 de abril de 1588, es hoy epicentro de la conmemoración religiosa e institucional del pueblo de Corrientes. Se celebra el Día de la Cruz, pero también la fundación de la antigua Ciudad de Vera de las Siete Corrientes.
Bastante se ha discutido sobre las fechas, el milagro, lugares y protagonistas, pero lo cierto es que 424 años después la cruz se yergue incomovible sostenida por la creencia del pueblo. La cruz está incluida en el escudo de la provincia y en el de la Municipalidad, ahora también en la bandera recientemente creada.
No se anunció oficialmente la presentación de la bandera, pero la fiesta está en marcha con la unción y el colorido que se le conoce. Ayer comenzaron a llegar las imágenes de comunidades religiosas que participarán de la ceremonia, y hoy a la siesta tendrá lugar la tradicional procesión, que encabezará el arzobispo, Andrés Stanovnik.
La actividad está envuelta en un sinfín de tradiciones que los vecinos buscan mantener viva, como las luminarias que comenzaron a encenderse apenas cayó el sol. Durante toda la jornada hubo un intenso paso de fieles por el templo.
A las 19 se rezó la novena, que este año tiene como lema “Con la fuerza de la Cruz construimos la familia”. A las 20 se ofició la misa, y desde las 22 hubo cantos y oraciones para esperar las 23, momento en que se realizó el saludo a la cruz.
Entre la ceremonia que caracteriza a la celebración, anoche a las 24 los fieles recibieron a la cruz y se llevó a cabo la bendición. “Son momentos muy especiales, porque los fieles esperaron el comienzo del Día de la Cruz, en el templo”, resaltó el padre Ramón Billordo, a cargo de la iglesia.
Hoy a las 15.30 comenzarán a salir las imágenes que acompañarán los sagrados maderos y la tradicional cruz de los españoles, en la procesión que recorrerá las calles Belgrano, Buenos Aires, 25 de Mayo y Salta. A las 18, el arzobispo, Andrés Stanovnik, presidirá la eucaristía que tendrá lugar en el patio de la iglesia.
“Es una de las celebraciones más convocantes, esperamos una gran cantidad de personas”, explicó Billordo, en contacto con este medio.
A partir de las 20 se realizará el festival musical por el cierre del Mes de Corrientes, que estará a cargo de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad y, a las 23, se oficiará la última misa del día.
LA HISTORIA
Desde 1806, el 3 de mayo de cada año los vecinos de esta ciudad honran a la Cruz de los Milagros. Esta conmemoración religiosa, protagonizada por la feligresía católica, se convirtió en una tradicional y ecuménica festividad de la capital.
Hoy, como cada año, los correntinos recordarán cómo una cruz de madera sobrevivió a las llamas de un incendio provocado para destruirla. Esta recordación está vinculada con la historia de la fundación de la ciudad. Por ello la conmemoración de aquel milagro forma parte del programa de celebraciones por el aniversario de la capital.
“La celebración de la Cruz de los Milagros es, para esta ciudad, uno de los acontecimientos más importantes, y que excede el contenido religioso para transformarse en una actividad ecuménica”, señaló el padre Ramón Billordo, sacerdote de la parroquia Santísima Cruz de los Milagros.
El prelado explicó que la importancia de esta recordación se debe a que, en su orígen, la Diócesis de Corrientes se llamó “Diócesis de la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí”. s
EN LA TARDE DE AYER FUERON RECIBIDAS LAS IMÁGENES QUE HOY PARTICIPARÁN DE LA PROCESIÓN.
El 3 de mayo de 1888, en el tercer centenario de la ciudad, se colocó la piedra fundacional del actual templo.
María, la indigente que por estas horas encontró nuevo refugio
La mujer que desde hace más de tres años está en la esquina de Belgrano y Salta vive, desde hace tres días, en la galería de una de las viviendas linderas a la plaza de la Cruz.
Según contaron quienes viven en la casa, ante la llegada de los días de frío dejaron que la mujer, conocida como María, se quede en el frente de la vivienda.
Si bien sus cosas aún se encuentran en la esquina frente a la iglesia, ella admite que se mudó por un tiempo.
“Voy y vengo todos los días, pero ahora está haciendo frío, por eso duermo acá, porque me dieron este lugar”, dijo María, en contacto con este medio.
La indigente es ayudada por los vecinos del lugar, quienes desde hace más de dos años la vieron instalarse y soportar todas las inclemencias.
Por estos días una familia, que profesa le religión evangelista, la ayuda dándole espacio en la puerta de su hogar, ante la llegada del invierno.