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La comunidad de Bella Vista celebró su fiesta patronal, turbada por las condiciones climáticas de una jornada apenas por arriba de los 5 grados y el inconveniente inusitado de un extenso corte de energía eléctrica. Por la tarde la feligresía acompañó estoica en procesión a su “madre y protectora” cerrando los festejos con una solemne misa concelebrada.
Una jornada de mucho frió rodeó los festejos patronales de la Virgen del Carmen en Bella Vista. El programa parroquial que se cumpliera con éxito en la novena de muchísima asistencia y participación comunitaria se vio alterado al final por el brusco descenso de temperatura que atemperó los ánimos de este 16 de julio con cielo cubierto, viento del sur y marcas cercanas a los 5 grados.
Por la tarde tal como estaba previsto, la comunidad se encolumnó en oración tras la imagen de la patrona recorriendo algunas calles céntricas y culminando la procesión frente a la sede parroquial donde el párroco Osvaldo Raimondo concelebró la misa de cierre junto a los titulares de las parroquias María Auxiliadora, San José Obrero, y otros sacerdotes colaboradores.
Raimondo en su homilía habló de la necesidad social de recuperar desde la oración el hogar “…no la casa, no el edificio que nos cubre; recuperar el hogar como el fundamento que nos vuelva al diálogo, a ser diligentes con el otro y rescatar los valores que nos contenga como familia, alejándonos de la desidia y el desinterés que hoy ésta sociedad tecnólogica nos presenta”.
En otro tramo el sacerdote se refirió a “la droga que envenena a nuestros hijos, a la que debemos enfrentar entre todos poniendo nuestro mejor esfuerzo para desterrar este dolor que tenemos al ver a muchos de nuestros jóvenes envueltos en el desconcierto y la falta de objetivos en la vida”, dejando un agradecimiento final al misionero Ricardo Margaritti, al intendente de la ciudad y al grupo vocal Salamanca.
